Este fue el regalo de Ivan a su mujer por su cumpleaños, una sesión familiar. Me dijeron que querían playa y les propuse Sant Pol de Mar. Era un día gris de principios de Junio e Ivan tenía sus reservas sobre salir a hacer las fotos, pero yo, que me gustan los riesgos, le convencí de que no llovería, e incluso de que si caían 4 gotas no pasaba nada, que mi cámara podría disparar igualmente. 5 minutos después de salir de casa en dirección a Sant Pol empezó el chaparrón, pero como ya estábamos todos de camino, decidimos vernos al menos para tomar algo en algún bar y concretar el día al que pospondríamos las fotos. Pero al llegar a Sant Pol estaba todo seco, incluida la arena, y los últimos bañistas ya se iban de la playa; era como si a partir de Sant Pol de Mar hacia el norte, no hubiera llovido nada pero lo que sí teníamos eran unos cielos espectaculares de tormenta, así que lo aprovechamos y pasamos un par de horas en la playa sin una gota de lluvia y así de divertidas. Ellos quedaron contentos, y yo más 🙂
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